El título es, para empezar, un plagio ambicioso: "The World as I see it" es un libro (ensayo) escrito por Albert Einstein en el que habla de lo que significa para él el mundo, una serie de comentario bien definidos.
El mundo como yo lo veo es un isomorfismo entre un espacio vectorial previamente existente, reconocido por nuestra percepción, y uno de menor complejidad, delirantemente simple de comprender, o más bien, en el que se maximizan las ideas coherentes, lógicas. Pero eso es como lo veo, cuando cambie de ojos, ya veré si les digo o no.
Entonces, salí del largo semestre en la U. Luego de un semestre de cierta crisis que no he compartido con nadie (y que ahora comparto contigo), puedo decir que aprendí a controlarlo, o más bien, a focalizarlo; palabra de la semana: FOCALIZAR; podría decirse, también, que le estoy agarrando el ritmo a eso de estudiar. No hace falta que mencione la infinita suma de ramos que reprobé. No hace falta que diga que estoy relajado (demasiado, talvez), incluso contento de saber que puedo equivocarme, y permitírmelo.
He leído bastante los últimos días, salí, bebí, vi algunas películas, escribí uno que otro ensayo acerca del ser humano (condición social, procesos lógicos, percepción), trabajé en arcilla. Retomé mi vida, recordé que existía un mundo allá afuera.
martes, agosto 30, 2005
viernes, agosto 12, 2005
Tengo un blog.... y ¡¿ahora qué?!
La realidad del enumerado condicionado está restringido según el conjunto de normalizaciones que llevan consigo las elaboradas formulaciones que median entre aquellos que van de la mano y los que, simplemente, han bebido de las manos de otros. En un concepto nuevo, que hace referencia a la desestabilización de una singularidad compleja, cada día más.
Necesito un salvavidas, una reliquia de la monotonía, tal vez; una película, un reloj que mida el tiempo según la productividad, una careta que ostente picardía, un señuelo que aclame banderas.
Me siento cansado, pero tranquilo. Demasiado pasmado sobre mí mismo (si se me permite la expresión). Me sería muy fácil resumir lo que ha sido mi vida las últimas semanas en la U, estudiar y nada más; lo sería, pero estaría mintiendo en múltiples aspectos, también se me ocurrió la genial idea de hacerme un blog... Leí algunas revistas de impacto, retomé (nuevamente) mi norte, descubrí que siempre hay gente que está ahí para ayudarte, una larga lista de etcéteras; introspección: resolví algunos conflictos internos, encontré algunas soluciones.
[Nota: De niño quise escribir un diario, pero nunca me motivé lo suficiente para hacerlo; el saber que, al menos alguien, distinto de mí, lo leerá es suficiente motivación. Por otro lado, esa es la razón implícita de la existencia de cualquier bitácora, o diario, personal]
Necesito un salvavidas, una reliquia de la monotonía, tal vez; una película, un reloj que mida el tiempo según la productividad, una careta que ostente picardía, un señuelo que aclame banderas.
Me siento cansado, pero tranquilo. Demasiado pasmado sobre mí mismo (si se me permite la expresión). Me sería muy fácil resumir lo que ha sido mi vida las últimas semanas en la U, estudiar y nada más; lo sería, pero estaría mintiendo en múltiples aspectos, también se me ocurrió la genial idea de hacerme un blog... Leí algunas revistas de impacto, retomé (nuevamente) mi norte, descubrí que siempre hay gente que está ahí para ayudarte, una larga lista de etcéteras; introspección: resolví algunos conflictos internos, encontré algunas soluciones.
[Nota: De niño quise escribir un diario, pero nunca me motivé lo suficiente para hacerlo; el saber que, al menos alguien, distinto de mí, lo leerá es suficiente motivación. Por otro lado, esa es la razón implícita de la existencia de cualquier bitácora, o diario, personal]
Suscribirse a:
Entradas (Atom)