[Las siguientes anotaciones datan de Diciembre del 2005]
Sistemas estructurados y sinestésicos:
1. Estructurar el caos impaciente.
2. Clasificar proezas según su procedencia.
3. Acentuar los morfismos, las sutilezas y los riesgos.
4. Jugar a armar puentes con los lápices.
Bosquejo casual:
Fue una idiotez mal parada, un camino que se vino abajo corriendo por un ladera salpicada de orgullos.
Fue una sentencia volátil, del caer de una hoja (o un pétalo, si es necesario).
Una pareja de ambiciones desdichadas se hacía elástica al comprobar necesidades, uno y otro se abrazaban lastimosamente entre lágrimas de barro. La congoja del frente a frente y sus acercamientos gimientes. Él intentaba atrapar la mano de ella, intentaba atrapar la mariposa con gestos guturales, labios sísmicos, pupilas que condensaban metamorfosis conceptuales, hidrólisis teñida de rojo. Irritaciones dobles. Las palabras de falseo de siempre, que llegan con el desesperado latir de emociones, quien jactose de las sonrisas engendradas luego del beso. antes furtivo y ahora enemigo de los términos, de las historias que han de acabar.
Ellos no se percatan del movimiento armónico de las estelas que ha dejado la vida en aquel mismo lugar, a unos metros, donde comienzan los paisajes y los pétalos; sin considerarme a mí, observador de rasgos espectrales, agotado de los sonidos emitidos por los propósitos formulados.
Sistemas estructurados y sinestésicos:
1. Estructurar el caos impaciente.
2. Clasificar proezas según su procedencia.
3. Acentuar los morfismos, las sutilezas y los riesgos.
4. Jugar a armar puentes con los lápices.
Bosquejo casual:
Fue una idiotez mal parada, un camino que se vino abajo corriendo por un ladera salpicada de orgullos.
Fue una sentencia volátil, del caer de una hoja (o un pétalo, si es necesario).
Una pareja de ambiciones desdichadas se hacía elástica al comprobar necesidades, uno y otro se abrazaban lastimosamente entre lágrimas de barro. La congoja del frente a frente y sus acercamientos gimientes. Él intentaba atrapar la mano de ella, intentaba atrapar la mariposa con gestos guturales, labios sísmicos, pupilas que condensaban metamorfosis conceptuales, hidrólisis teñida de rojo. Irritaciones dobles. Las palabras de falseo de siempre, que llegan con el desesperado latir de emociones, quien jactose de las sonrisas engendradas luego del beso. antes furtivo y ahora enemigo de los términos, de las historias que han de acabar.
Ellos no se percatan del movimiento armónico de las estelas que ha dejado la vida en aquel mismo lugar, a unos metros, donde comienzan los paisajes y los pétalos; sin considerarme a mí, observador de rasgos espectrales, agotado de los sonidos emitidos por los propósitos formulados.
2 comentarios:
Me gusta como escribes :P
Saludos
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