miércoles, agosto 01, 2007

La pregunta por el pensar

No sé por qué curioso hábito he dedicado tanto tiempo a la contemplación, la suspensión del sentido por la simple imposibilidad de delimitar el cosmos al lenguajear, a abarcar mediante un orden ambigüo conocido como lenguaje algo que, al parecer, es más preciso y a la vez indescripible matemáticamente debido a su incompletitud.

Esa contemplación, ese hábito sin fundamento que es un pensar desde, me hace intuir que nos perdemos en el follaje del lenguaje a la verdad de un bosque mayor y más sencillo que aquel que representamos como una verdad.

Más allá del fundamento, entonces, debe existir un estadio de aproximación a la verdadera incorporación del sentido a nuestro espacio representacional, es decir una "nueva" forma descriptiva que independa del lenguaje, lo que en síntesis sería carecer de lo que nos hace humanos si aceptamos que la relación es biunívoca. Cuando digo una nueva forma descriptiva no me refiero a una abstracción árida llena de conceptos, sino a un más allá de lo abstracto, indudablemente fuera del lenguaje y, por cierto, de una posible lengua natural universal.

Es necesario un nuevo paradigma filosófico que incluya la desinstrumentalización del lenguaje: debemos confiar en el amor del ser y comenzar a desconfiar del lenguaje.