domingo, junio 27, 2010

Lector

¿Quién es el lector que decide dar saltos hasta esta página de silencios? ¿Qué lector es este, que no replica, no grita ni exige? ¿Cuál es su figura, su semblante, su aire? ¿Qué respiras, lector? ¿Qué curiosa manifestación construye tu postura?

¿Son tus manos, la inocencia? - pregunto en nombre de la cordillera, ¿es tu cuerpo la tierra húmeda? ¿miente la primavera? Te advierto que todo acá es movimiento, las palabras pueden echar raíces y habitar la sangre. Los relojes se doblan y un túnel sin salida congela el compás de tu marcha.

***

Luchar con el lector, embestirlo, mantenerlo ocupado en el borde de las cosas. Disipar las salidas y oscurecer el cielo. Sólo desde el combate, enfrentamiento arquetípico, surge la sincronía de una marcha cósmica.

Pero sabes que se trata de una guerra aparente, una invocación a las piedras, letanía de los signos. Sí, es un baile de máscaras enunciando el velo, una niebla capaz de desterrar de su templo al reinado de las certezas. Lectores, sí, pero ávidos de los rincones más oscuros. Sólo tras ellos, la vulgar experiencia encontrará solaz y fortaleza.

miércoles, junio 23, 2010

Para hacer bailar a una muchacha en camisa

Tómese mejorana silvestre, orégano puro, tomillo silvestre, verbena, hojas de mirto junto con tres hojas de nogal y tres tallos pequeños de hinojo, todo lo cual será recogido la noche de San Juan en el mes de junio y antes de que salga el sol. Deberán secarse a la sombra, molerlas y pasarlas por un fino tamiz de seda, y cuando se quiera llevar a cabo este agradable juego, se soplará el polvo en el aire allí donde esté la muchacha para que lo respire, o se le hará tomar como si fuera polvo de tabaco; el efecto se manifestará de inmediato. Un famoso autor agrega que el efecto será tanto más infalible si esta traviesa experiencia se lleva a cabo en un lugar donde ardan lámparas alimentadas con grasa de liebre y de macro cabrío joven.


- Julio Cortázar, La vuelta al día en ochenta mundos

lunes, junio 14, 2010

Lex Natura

No es la escritura sino
la tura
de las bibliotecas
el arrimo de los acertijos y
el polvo
el bendito polvo
transmutación de la sangre
que el mago conjura
es la silueta espejeada de
los caracoles
el silencio espiral
el pico de los cuervos
su semblante adherido a las catedrales
eregidas
con oceánica fuerza

no es la escritura sino
el pulso
zigzagueante
del cíclope lozano

hablemos desde la tierra
ungiéndonos el vientre
para humedecer
el corpus

savia